Tecnología de la Producción

Siembra

Podemos diferenciar las formas de sembrar las especies en:

  • Siembra de asiento.
  • Siembras de almácigos.

Siembra de asiento

Se realiza en el lugar definitivo donde quedará la planta instalada. Se emplea con especies delicadas para el trasplante, pero rústicas y resistentes al medio ambiente.

Existen dos procedimientos para realizar la siembra: uno es la siembra al voleo y el otro es la siembra en líneas.

La siembra "al voleo" es aconsejable en el caso de semillas que por su tamaño pequeño es difícil de sembrar.

En estos casos es conveniente agregar a la semilla alguna sustancia inerte (arena, ceniza, etc.), de manera de facilitar su distribución en la superficie del suelo.

La siembra en línea se puede realizar: a) a chorro corrido; b) a golpes.

  • Consiste en abrir un surco en la superficie del suelo dentro del cual se distribuye en forma de chorro las semillas, que producirán una línea de plantas, que si la especie lo permite podemos ralear.
  • En la siembra a golpes, se hace una serie de hoyos, en los cuales se ubican 3 a 5 semillas por vez, a una profundidad que sea un poco más del doble de diámetro de la semilla y una distancia entre golpes que varía según la especie.

De esta manera es más fácil combatir las malezas entre plantas y permite que una vez nacidas las plantitas elijamos para que queden las más vigorosas.

La preparación de la tierra para siembra en todos los casos debe ser muy esmerada, para permitir un íntimo contacto entre semilla y suelo.

Comienza con la roturación del suelo y posterior rastrillado y nivelado, de manera de lograr una extrema división de los terrones, para conseguir una cama de siembra mullida y firme y evitar que algún terrón impida la salida de la plántula al exterior.

La desinfección del suelo constituye una tarea esencial para impedir la acción de enfermedades, malezas, insectos.

Siembra en almácigos

La siembra en almácigos o "semillero" es aquella que se realiza en un lugar, para luego llevar la plántula al lugar donde tendrá su desarrollo definitivo; a diferencia de la siembra de asiento, que se efectúa en el mismo lugar donde la planta desarrollará todo su ciclo.

Uno de los objetivos que se persigue con la siembra en almácigos es la posibilidad de adelantar la siembra. Por regla general, se sembrará a mediados del invierno en el interior y en la primavera en el exterior para las especies de PV. Para las especies de OI la siembra se realiza a la salida del verano (febrero - marzo).

Preparación de cajones o terrinas

Son recipientes de diversas formas y materiales, de fácil transporte y que se utilizan para la preparación de los almácigos. Pueden ser de terracota (son muy pesadas), de madera (cajoncitos de dulce), de plástico (livianas, se quiebran con el uso).

En el fondo deben tener perforaciones de 1 o 2 cm. de diámetro, o se deja rendijas para asegurar el drenaje. Deben tener aproximadamente 8 a 10 cm de profundidad.

Para prepararlos para la siembra, se colocan trozos de macetas rotas sobre los agujeros.

Se tamiza la tierra por dos zarandas: una de malla gruesa (1 cm.) y otra de malla fina (2 o 3 mm).

El material que no pasó por la primera zaranda, se coloca en la terrina sobre los trozos de maceta en 2 o 3 cm de espesor.

El material que pasó por la trama gruesa, se hace pasar por la malla fina y el material que no pasa por esta, se dispone en una capa de 1cm sobre el material grueso. Luego se completa hasta el borde del cajón con el material más fino.

Finalmente, se alisa la superficie con un fratacho o tablita plana, comprimiendo algo para que el nuevo nivel de la tierra quede a 1 o 2 cm, del borde.

Antes de sembrar conviene regar con un pulverizador, agregando al agua un fungicida de preemergencia.

La siembra en almácigos permite proporcionar a las plantas mayores cuidados (en cuanto a temperatura, humedad, insectos, etc.) y se realiza en una pequeña superficie de terreno.

Otro aspecto interesante es que permite seleccionar los ejemplares a trasplantar.

La preparación de la tierra para un almácigo no difiere de la que se realiza para siembras de asiento; sólo se debe extremar las labores de refinamiento del suelo y nivelación.

Los almácigos deben situarse en un sitio soleado, pero reparado de los vientos fríos, para lograr que el calentamiento del suelo haga posible la germinación de las semillas. Para el caso de especies sensibles a las condiciones ambientales, los almácigos se colocan en invernaderos.

La protección de los almácigos, contra fuertes lluvias, o bajas temperaturas, se puede realizar mediante marcos de madera, en los que se tiende una lámina de polietileno agrícola, o tejidos sintéticos, restos vegetales, juncos, etc., que se colocan sobre 4 estacas a 15-20cm. del suelo.

El tratamiento del suelo mediante pulverizaciones preventivas, es esencial para desinfectar los almácigos de las enfermedades, insectos y malezas que lo atacan.

Las siembras se realizan a chorro corrido y en líneas distanciadas según la especie, o al voleo.

Para la realización de los almácigos de las distintas especies florales se utilizan cajas, cajones, bandejas y terrinas de poca profundidad, de madera, de plástico o de metal con orificios en el fondo para drenaje.

Estos recipientes son útiles ya que permiten trasladar las plantas de un lugar a otro cuando se necesita. Al realizar el almácigo le podemos brindar a las plantitas la protección y cuidado que ellas necesitan.

Estos almácigos tienen la ventaja de facilitar el cuidado de las siembras durante las noches frías, los temporales, los calores de mediodía, simplemente levantándolas y cambiándolas de lugar. Este procedimiento hace posible optimizar las condiciones ambientales para la germinación de la semilla. 

Esquemas de Producción

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Descarga esquemas de "Calculando Materiales para envasar"

A continuación podrás descargar un registro de producción modelo.

Pautas básicas para hacer gajos

1) Cortar trozos que contengan entre dos y cuatro nudos (si los nudos están muy juntos puede ser alguno más). La idea es que el gajo tenga suficientes reservas para poder desarrollar una buena cabellera de raíces pero por otra parte cuantos más nudos le dejemos menos gajos vamos a obtener del mismo material.

2) Cortar entre medio y un centímetro debajo del nudo inferior e igual medida sobre el nudo superior. Ni muy cerca para que no se deseque o se pudra ni muy lejos para no tener demasiado tejido muerto.

3) Enterrar en el sustrato uno a dos nudos.

4) Si es un gajo con hojas dejar algunas en la parte superior para que produzcan fotosintatos, lo que contribuye a un mejor crecimiento de las raíces. Tampoco dejar muchas porque aumenta la perdida de agua por transpiración (Tener en cuenta que al no haber raíces el gajo se puede secar con facilidad).

5) Si tiene flores o frutos hay que eliminarlos porque absorben reservas y fotosintatos que necesitamos que vayan a la zona de crecimiento radicular.

6) Un corte a bisel en la parte superior, en contra de la última yema, ayuda a que no se acumule agua sobre ésta y permite distinguir con facilidad cual es el extremo que debe ir enterrado.

7) Todos los cortes, incluidos los necesarios para sacar las hojas inferiores, deben hacerse con una tijera de poda bien afilada para no producir desgarros que favorecen la pérdida de agua.

8) Regar inmediatamente después de colocados los gajos en el sustrato y ubicarlos en un lugar protegido del sol y de corrientes de aire que desecarían el sustrato y los gajos. 

Profesor: Mariano Martín Andrés
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